El argentino ganó por 6-3, 6-4 y 6-0; el árbitro advirtió a su rival por “no dar lo mejor” en su juego.
Sin lugar a dudas, para el argentino Diego Schwartzman no fue un debut sencillo en Wimbledon, a pesar de lo que registró el marcador: una contundente victoria. Es que en frente tuvo a un tenista que perdió el hambre, el amor, las ganas, perdió todo por el deporte que alguna vez quiso y eso lo convierte en una caja de sorpresas.
El argentino reanudó este martes el match que ya estaba ganando por 6-3 y 6-4 desde el día anterior y que se interrumpió por la falta de luz natural. En apenas unos minutos, liquido el encuentro ante el Benoit Paire por 6-0. Sin embargo, más allá del marcador, como era de esperarse el francés sacó a relucir su lado absurdo e indolente, sin ganas de jugar y mucho menos de competir. Esto llevo a que el umpire, Mohamed Lahyani lo advirtiera por su conducta antideportiva.
En el último juego del partido, cuando Schwartzman iba arriba por 5-0, y 30-0, el umpire volvió a advertir a Paire por su inconducta. El francés se fue a su silla y empezó a discutir con la autoridad. Finalmente, dos puntos después, el encuentro finalizó y el argentino saludó cordialmente a Paire, sin hacer referencias a la actuación del rival.
De este modo, el “Peque”, avanzó por tercer año de forma consecutiva a la segundna instancia del major británico. Vale recordar que en el 2019 llegó a la tercera ronda en donde cayó ante el italiano Matteo Berrettini.
En lo que depara el futuro cercano, el próximo rival de Diego Schwartzman será el británico Liam Broady que recibió una invitación y en la primera ronda venció al oriundo de Italia, Marco Cecchinato. De esta manera, será el primer encuentro entre ambos tenistas.